Los aeropuertos del mundo intentan perfeccionar sus métodos de control de los pasajeros gracias a las nuevas tecnologías. Desde hace muchos años, los pasajeros ya deben atravesar un arco de rayos X y pasar su equipaje de mano por otro escáner, pero sobre todo desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU las medidas de control se han ido incrementando, con la prohibición de llevar líquidos en los aeropuertos de la Unión Europea como último eslabón.

La polémica obligación descalzarse en los controles nació tras la detención de Richard Reid en un vuelo de París a Miami en diciembre del 2001. Reid llevaba explosivos escondidos en la suela de sus zapatos e intentó activarlos en pleno vuelo, pero fue descubierto por una azafata. Para evitar las molestias de quitarse los zapatos, en el aeropuerto de El Prat se realiza desde esta semana una prueba con un escáner solo para zapatos, que ya se está usando en Bruselas y Tel-Aviv.