La apuesta del ministro de Educación, José Ignacio Wert, de implantar la formación profesional dual en España, también tiene sus peligros. "Se ha tomado como una extensión de las prácticas, pero tendría que ser vista un modelo formativo en sí mismo. El estudiante también ha de recibir clases teóricas en la empresa y esta debería tener personal preparado para impartir docencia", indica Carles Martínez, de CCOO.

"En estos momentos, además, tal y como está diseñada, es muy difícil que las empresas pequeñas y medianas puedan participar en la dual, habría que flexibilizarla", agrega Lourdes Esteban, directora de formación en Pimec. La Administración debería haber pensado antes que tejido empresarial español es distinto al de Alemania, de donde se ha copiado este modelo.