En el inacabable estira y afloja sobre la velocidad en las autopistas ayer se escribió un nuevo capítulo. La Dirección General de Tráfico (DGT) ya tiene listo el anteproyecto de real decreto por el que se modificará el reglamento de circulación. Se permitirá circular a 130 kilómetros por hora en algunos tramos de autopistas y autovías siempre que las condiciones de la vía y la meteorología lo permitan, como viene anunciando desde hace un año. Estas dos circunstancias solo se pueden valorar con un sistema de control variable, como el que existe en los accesos a Barcelona. Y eso cuesta dinero. Así que los 130 km/h deberán esperar. El único lugar donde ese cambio podría ser relativamente rápido sería en las carreteras catalanas.

La DGT ha diseñado un escenario en el que, para pasar de los 120 km/h actuales a 130, se precisarían pórticos sobre las carreteras o señales luminosas en los márgenes de las vías, algo que tiene un coste. En el presupuesto del 2013 no está contemplado y, si no cambian mucho las cosas, es probable que en el 2014 los condicionantes económicos tampoco lo permitan.

Lo que sí sería más sencillo sería el paso de los actuales 100 km/h a 90 en las carreteras convencionales donde la plataforma sea igual o superior a 6,5 metros. Esta reforma trataría de frenar la siniestralidad en este tipo de vías, donde se concentran tres cuartas partes de los accidentes en los que hay víctimas.

Otra de las medidas que se incluyen en el nuevo reglamento de la DGT es la obligatoriedad para los ciclistas de llevar casco, vayan por la vía que vayan. Esta condición, que no se podría aplicar al menos hasta dentro de un año, incluiría también la circulación por las ciudades y trataría de evitar lesiones.