La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, puso ayer en funciones al nuevo ministro de Salud, Jorge Manzur. El dirigente reemplaza a Graciela Ocaña, que dimitió el lunes, entre otras cosas porque pidió que se postergasen las elecciones parlamentarias del pasado domingo, con el propósito de evitar mayores efectos de la gripe. Ocaña no fue escuchada y ahora Manzur debe hacer frente a una situación muy difícil, consecuencia de la imprevisibilidad. "El virus ya está circulando. Estamos en una etapa en la que hay que extremar todas las medidas. Hay que tranquilizar a la gente, pero con información", manifestó el flamante titular de Salud.