Los nuevos inmigrantes regularizados aportarán el próximo año de 1.000 a 1.500 millones a la Seguridad Social, avanzó ayer el titular de Trabajo, Jesús Caldera, quien añadió que las inspecciones de trabajo para detectar empleo ilegal se centrarán en las provincias con menos peticiones respecto a su cifra de inmigrantes empadronados.

El ministro explicó a Efe que el Plan de Inspección de Trabajo "específico y especial de refuerzo", que arranca hoy, persigue combatir la economía sumergida y sancionar a los empresarios que actúan de forma ilegal, una vía a través de la cual "también se puede legalizar el trabajador si se demuestra que el inmigrante llevaba tiempo trabajando en España", manifestó.

ACTUACIONES A partir de hoy y durante todo 2005 se realizarán 500.000 actuaciones, que "podrán hacerse perfectamente con una plantilla de 1.700 personas, además hemos acelerado la incorporación de la última promoción de inspectores y subinspectores (más de sesenta)".

Las inspecciones se concentrarán en zonas con más inmigrantes: construcción, hostelería, agricultura, comercio y servicio doméstico. Sobre este último sector --con un tercio del total de peticiones de regularización presentadas-- "hay una serie de restricciones de orden constitucional que impiden la entrada en domicilios privados, pero eso no implica citaciones para analizar el sector doméstico".

Pese a expresar su creencia de que la mayoría de los inmigrantes en situación administrativa irregular ha salido "a la superficie, queda un porcentaje que vamos a investigar".

La inspección de trabajo abarcará todo el territorio, pero "en especial en provincias donde ha habido un menor número de peticiones sobre empadronados y ésas, increíblemente, no están en la España mediterránea sino en el interior".

También se actuará de modo especial, aunque parezca "paradójico", en las provincias "más fuertes como Madrid, Barcelona y el arco mediterráneo, porque los empresarios que han demostrado su voluntad de ser legales merecen que quienes no lo hacen en esas provincias sean sancionados, porque hacen competencia desleal".

Durante los últimos tres meses, el Ministerio de Trabajo "ha estimulado y requerido la legalización a los empleadores, se han hecho miles de actuaciones en ese sentido y han dado buenos resultados", explicó el ministro, quien insistió que detrás de las cerca de 700.000 solicitudes "hay contratos de trabajo".

Actualmente, hay unos 200.000 expedientes resueltos, de los cuales 60.000 están dados de alta en la Seguridad Social. De acuerdo con el dato de afiliaciones de abril de los 194.000 afiliados nuevos, 120.000 son españoles y 70.000 extranjeros (15.000 comunitarios).

Si se logran 500.000 ó 600.000 altas, es decir, que del total de peticiones se consoliden al menos un 90%, "conllevará un aumento de ingresos de 1.000 a 1.500 millones de euros, un cálculo moderado que no puedo ajustar más porque depende de cada grupo de tarifa donde se cotice".