Dos meses antes de lo previsto, el Gobierno estadounidense anunció ayer el fin de la moratoria a las perforaciones petroleras en alta mar decretada en respuesta al desastre ecológico de BP en el golfo de México. El argumento es que se ha endurecido la normativa para que las empresas del sector mejoren la seguridad. "Siempre habrá riesgos ..., pero creo que hemos logrado reducirlos", afirmó el secretario de Interior, Ken Salazar, que añadió: "Por eso hemos levantado las restricciones, para quienes puedan cumplir con los nuevos estándares".

La moratoria ha sido criticada por empresarios, dirigentes locales y residentes de la zona por su impacto en la economía del golfo. Las nuevas normas de seguridad costarán unos 130 millones de euros a las empresas.