La Conferencia Episcopal Española (CEE) hizo ayer un llamamiento a los funcionarios y responsables públicos para que se acojan a la objeción de conciencia para no oficiar bodas entre parejas homosexuales. Según una nota publica ayer, el comité ejecutivo de la CEE pide también, en referencia a los senadores, que no se vote a favor de la ley impulsada por el Gobierno porque supone --subrayan los obispos-- "una flagrante negación de datos antropológicos fundamentales y una auténtica subversión de los principios morales más básicos del orden social".

La ejecutiva de los obispos, que el jueves mantuvo su primera reunión tras la elección de Ricardo Blázquez al frente de la CEE, reitera su posición al proyecto de matrimonio gay y a la adopción por parte de parejas homosexuales. A su juicio, la futura norma será "tan dañina para el bien común como lo es la moneda falsa para la economía de un país".

Así, los obispos creen que la ley que se pretende aprobar "carece propiamente del carácter de una verdadera ley, puesto que se hallaría en contradicción con la recta razón y con la norma moral". "La función de la ley civil es ciertamente más limitada que la de la ley moral, pero no puede entrar en contradicción con la recta razón sin perder la fuerza de obligar en conciencia", subraya la nota.

De esta forma, siguiendo las recientes directrices del Vaticano, la CEE recuerda que los católicos "no pueden mostrarse indecisos ni complacientes con esta normativa, sino que han de oponerse a ella de forma clara e incisiva". De esta forma, advierte de que los católicos no podrán votar a favor de esta norma y que deben reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.