El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, ha destituido al párroco de Peñarroya Jose Domingo R.G., condenado a once años de cárcel por abusos sexuales a seis niñas, y ha nombrado en su lugar a Francisco Baena Calvo.

Juan José Asenjo, en declaraciones a Efe, ha confirmado esta noticia y ha agregado que el párroco condenado "había dejado de ejercer sus funciones el pasado lunes y que, desde entonces, no había dicho misa ni había realizado ninguna actividad pastoral".

El prelado de Córdoba ha eludido valorar el por qué se anunciaba hoy esta decisión, después de que él mismo expresase ayer, mediante un comunicado, "su cercanía y apoyo" al párroco condenado, máxime si había sido apartado de sus funciones el pasado lunes.

Recurso desestimado

Ayer se supo que la Audiencia Provincial de Córdoba desestimó el recurso presentado por el párroco contra la sentencia que le condenaba a once años de cárcel y a una indemnización de 8.010 euros por abusos sexuales a seis niñas.

La Conferencia Episcopal Española ha eludido hacer valoraciones respecto del comunicado de apoyo emitido ayer por el Obispado de Córdoba y ha remitido al propio Obispado para cualquier información sobre este asunto.

El comunicado de Juan José Asenjo de ayer había provocado numerosas críticas. Fuentes eclesiales habían expresado esta mañana a Efe su "sorpresa" por el comunicado de apoyo al párroco condenado, máxime, dijeron, "cuando Juan José Asenjo es un obispo prudente, que sopesa mucho sus decisiones antes de hacerlas públicas".

Las mismas fuentes han mostrado "su sorpresa" porque, tras conocer la sentencia, el Obispado de Córdoba no hubiese suspendido de sus funciones al párroco, "aunque sólo hubiese sido con carácter cautelar mientras que se conocía si se iba a recurrir o no la sentencia ante el Tribunal Constitucional".

Acusación particular

El abogado Luis Serrano, que ejerció la acusación particular en el caso del cura de Peñarroya-Pueblonuevo, instó ayer al Obispado de Córdoba a suspender en su labor pastoral o a trasladar a otra localidad al sacerdote condenado.

En declaraciones a Efe, el letrado, que representa a las familias de las víctimas, respondía así al comunicado enviado por la Diócesis cordobesa, en la que mostraba su "apoyo y cercanía" al párroco, "ya que ha declarado reiteradamente a su obispo no haber incurrido nunca en comportamientos morales incompatibles con su condición sacerdotal".

La Audiencia Provincial de Córdoba desestimó el recurso presentado por la defensa del sacerdote titular de la parroquia del Salvador de esta localidad cordobesa, J.D.R.G., contra la sentencia emitida por el juzgado de lo penal número uno de Córdoba en mayo del 2003, por la que lo condenaba a once años de prisión y a pagar 8.100 euros en concepto de indemnizaciones a las víctimas.

Serrano ha indicado que "es tremendamente chocante que una persona que está condenada por abusos sexuales a menores siga ejerciendo su labor dentro del seno de la Iglesia e, incluso, continúe actualmente dando catequesis a los niños que van a hacer la comunión".

En su opinión, "si la Iglesia no cesa en sus funciones a este sacerdote o, al menos lo traslada a otro municipio, pueden ocurrir enfrentamientos dentro de un pueblo tan pequeño como éste".

En este sentido, ha considerado "normal" el apoyo mostrado por el Obispado hacia el párroco, "aunque una cosa es el aliento moral, y otra muy distinta la realidad jurídica".

El abogado de la acusación particular ha explicado que la defensa del sacerdote tiene un plazo de 20 días para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC), algo que la representación legal del cura está estudiando.

Informe

Por su parte, el defensor del sacerdote ha apuntado que el recurso fue desestimado, "en gran parte", por el resultado de un informe del Equipo de Investigación de Casos de Abusos Sexuales (EICAS), que corrobora la versión ofrecida por las niñas afectadas durante el juicio.

La sentencia condenatoria recoge que los abusos, que tuvieron lugar entre octubre del 2000 y junio del 2001, consistieron en una serie de tocamientos a las menores en sus zonas más íntimas "con propósito lascivo" mientras las confesaba.