El anterior obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, que tuvo que dimitir el pasado mes de abril por haber abusado sexualmente de su sobrino durante 13 años, cobrará una pensión de jubilación de unos 2.800 euros mensuales, tanto si sigue como obispo como si pierde su jerarquía sacerdotal, según reveló ayer la prensa belga.

A pesar de haber perdido su responsabilidad en la diócesis de Brujas, Vangheluwe sigue conservando su rango de obispo y el Vaticano no ha adoptado ninguna medida disciplinar particular contra él. El Vaticano aceptó su dimisión por "motivos de salud o fuerza mayor". Como sus últimos abusos conocidos ocurrieron hacen 24 años, los delitos han prescrito penal y canónicamente.

El Ministerio de Justicia belga justificó esa elevada pensión con el argumento de que Vangheluwe ha tenido una larga carrera profesional, por lo que tiene derecho a la pensión completa y aunque sea destituido como sacerdote conservará esa pensión. La pensión representa el 75% de su salario como sacerdote, es decir, unos 5.000 euros mensuales brutos, lo que equivale a alrededor de 2.800 euros netos al mes, según precisa la prensa belga.

La comisión sobre los abusos en el seno de la Iglesia belga, presidida por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens, recomendó precisamente ayer que se cree "un fondo de solidaridad para las víctimas de los abusos". Adriaenssens señaló que es imprescindible responsabilizar a los autores de esos hechos, por ejemplo, haciéndoles contribuir a un fondo para poder ofrecer una terapia u otros cuidados a las víctimas que lo requieran.

La Iglesia, destacó el psiquiatra, debe revisar sus estructuras internas, porque sus actuales mecanismos de poder incrementan el riesgo de que se produzcan estos abusos.

Adriaenssens recordó que esos casos se habían podido producir porque el autor disfrutaba de una posición de enorme poder sobre la víctima, en muchos casos en internados donde el menor estaba alejado de su familia, donde dependía de su verdugo para avanzar en sus estudios y donde cualquier denuncia habría dañado la reputación de la familia.