El Obispo de Segovia, Ángel Rubio, afirma hoy en su carta pastoral que el catecismo de la Iglesia Católica hace un juicio negativo sobre la homosexualidad, "pero con una actitud recomendada de compasión, respeto y delicadeza hacia los que la padecen".

En su carta del fin de semana, titulada "Castidad y sexualidad", monseñor Rubio subraya que la castidad "no es una forma de reprimir o inhibir la sexualidad, sino que es la capacidad por la que una persona, de manera consciente y decidida, asume su sexualidad y la orienta para realizar su vocación al amor".

Tras indicar que una persona "actúa castamente cuando su acción corporal es expresión de un amor seguro y fiel", el obispo de Segovia añade que "no hay que confundir castidad con mojigatería; un hombre que es casto no es juguete de sus deseos, sino que vive conscientemente su sexualidad como expresión del amor".

Subraya que el catecismo hace un desarrollo positivo de la sexualidad y de la diferencia de sexos, que son vistos como "complementarios" y no como opuestos o en lucha, a la vez que se insiste en la igual dignidad de ambos.

Rubio sostiene que "la impureza debilita el amor y oscurece su sentido; la sexualidad, que expresa la pertenencia del hombre al mundo corporal biológico, se hace personal y verdaderamente humana cuando está integrada en la relación de persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del varón y de la mujer".