La Cumbre Mundial sobre la Alimentación se propuso reducir el número de personas desnutridas a la mitad para el 2015, tomando como referencia el periodo 1990-1992. El informe de la FAO reconoce que ese objetivo está lejos.

Para ello, se apoya en argumentos como que la proporción de personas desnutridas en el Africa subsahariana se redujo del 36%, en el comienzo de los 90 al 33% una década después.

El informe recoge como preocupante que en los países en desarrollo se está dando un trasvase de población del campo a los extrarradios urbanos, en los que miseria es más patente.