Sonia Jiménez, la mujer que se ha visto obligada a pagar el coche con el que fue asesinada su madre tras el fallecimiento de su padre, ha apostado hoy por que se propicie una reforma legal que evite que se repitan casos como el suyo, que considera "indignante" y ante el que se siente "impotente".

En declaraciones a Efe, la hija de Encarnación Rubio, quien en marzo de 2004 fue atropellada mortalmente varias veces por su marido, al que había denunciado por malos tratos, cuando trabajaba como barrendera en una calle de Cúllar Vega (Granada), ha dicho que deben existir otras familias en situaciones similares a las que ella ha vivido. Por ello, ha considerado que se debería estipular algún tipo de condicionante en la ley que evitara que las víctimas o sus familiares se vieran abocados a hacer frente al pago de las deudas que contraen los verdaderos culpables.

"Me parece indignante; los que realmente somos víctimas somos los que quedamos aquí y esto no debería pasar; seguro que no seremos los únicos", ha dicho esta mujer, que ha tenido que pagar 11.000 euros del vehículo con el que fue asesinada su madre, además de 12.000 euros de indemnización al hombre herido al tratar de evitar el atropello.

Además, las deudas de herencia

Pero éstos no han sido los únicos pagos a los que ha tenido que hacer frente, ya que, en total, ha tenido que abonar más de 100.000 euros al convertirse en la heredera legal de su progenitor, fallecido en verano de 2006 y que acumulaba otras muchas deudas.

Pese a que Sonia intentó agotar con su abogada todos los resquicios legales para intentar evitar estos pagos, finalmente tuvo que hacer frente a ellos, por lo que tuvo que llegar a pedir incluso varios préstamos e hipotecar su casa. "Ha sido muy complicado salir de esta situación, hemos ido saliendo como hemos podido", comenta indignada la joven, cuya vida ha estado marcado por la tragedia, ya que su hermano y la novia de éste murieron en un accidente de tráfico y, tras el asesinato de su madre, perdió a su abuela, que fue apuñalada por un vecino en 2005.

Francisco Jiménez, padre de Sonia, que fue condenado por la Audiencia de Granada a veintiséis años de cárcel por atropellar en marzo de 2004 varias veces a su mujer, falleció el verano de 2006 en el Hospital Virgen de las Nieves a causa de un fallo multiorgánico. Este asesino había sido trasladado días antes desde la prisión de Albolote (Granada), donde permanecía encarcelado desde abril de 2004, hasta el centro hospitalario granadino y falleció por una infección de origen urológico.

El Tribunal le consideró culpable de los delitos de asesinato; homicidio en grado de tentativa, pues en una de las embestidas se llevó por delante a un anciano que intentó socorrer a Encarnación; maltrato habitual y quebrantamiento continuado de medidas cautelares.

Además, fue condenado a indemnizar con 75.000 euros a cada una de las dos hijas de Encarnación, cuya muerte tuvo gran repercusión social porque fue la primera mujer con orden de protección que murió a manos de su maltratador, y con 12.000 euros al hombre de 81 años que atropelló, pago, éste último, al que ha tenido que hacer frente su hija.