Quizá la reforma de esta norma llega tarde para los que ya han pagado las consecuencias de su desfase, pero más vale ahora que nunca. El responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, anunció ayer que iniciará los trámites para que deje de ser obligatorio llevar en el coche un juego de luces de recambio. EL PERIODICO ya puso en evidencia en septiembre que se trata de una norma que ha quedado obsoleta, pue cambiar ahora una simple bombilla es tan complejo que resulta necesario acudir a un mecánico.

"Es verdad que suena raro tener que llevar unas bombillas de recambio que el conductor no puede cambiar. Es un precepto que ha quedado obsoleto y por eso estamos obligados a actualizarlo y arreglarlo", dijo Navarro, quien pidió además disculpas a todas las "víctimas" de este desajuste. La ley de seguridad vial considera que no llevar un juego de luces de repuesto y las herramientas necesarias para cambiarlas es una infracción grave, por lo que la multa impuesta hasta ahora es de 92,86 euros, que pueden quedar reducidos a 65 si se paga al momento. El año pasado, la DGT tramitó 13.049 denuncias por vulnerar esta norma que se ajusta más al sencillo enroscar y desenroscar de la bombilla del Seat 600.

Desmontar la batería, el parachoques e incluso parte de la tapicería son algunos de los inconvenientes que pueden llegar a convertir el cambio de luces en más de una hora de trabajo. Cuanto más compacto es el vehículo, más cerca está la batería de los faros y menos espacio hay para maniobrar. Este hecho, sumado a una mayor incorporación de la electrónica en los automóviles y la necesidad de disponer de herramientas muy específicas, hacen que el proceso solo pueda ser finalizado con éxito por profesionales.

Además, cada vez es más frecuente que los nuevos incorporen luces de leds, que prácticamente duran toda la vida útil del vehículo, o xenón. Estas últimas solo pueden ser manipuladas por personal especializado, ya que son lámparas de descarga de gas que reciben tensiones eléctricas de hasta 30.000 voltios. Por todo ello, el grupo parlamentario socialista en el Senado presentó el lunes pasado una moción en la que instó al Gobierno a modificar esta "absurda" normativa.

Navarro también explicó que se estudia la posibilidad de incluir el alcolock, un dispositivo que impide a los conductores ebrios arrancar el vehículo "para el transporte público o como pena alternativa para los conductores reincidentes". Aun así, señaló que falta concretar quién debe pagar y revisar la instalación.