Sólo la reforma agraria de 1793 que convirtió la dehesa, tras tres siglos siendo pasto para ganado, en tierras de cultivo, y lo que significó que miles de jornaleros extremeños sin tierra pudieran cultivarla, merecería nuestro reconocimiento", aseguró Miguel Angel Melón, coeditor de las actas del Congreso sobre Manuel Godoy --Castuera, Olivenza, Badajoz, 2001, por el 150 aniversario de su muerte--, junto con el profesor Emilio La Parra y el director de la Editora regional, Fernando Tomás Pérez.

La obra recoge las actas de dicho congreso en dos volúmenes, publicados por la Editora regional, y fue presentada ayer por el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, y el presidente de la Diputación de Badajoz, Juan María Vázquez, a quien el primero reconoció "su iniciativa, como político adelantándose a docentes e intelectuales, a la hora de revisar la figura del extremeño más poderoso de todos los tiempos, a raíz de otro congreso sobre Miguel Hernández".

El consejero dijo que "no somos godoistas ni antigodoistas; pretendemos dar medios y facilitar que los estudiosos pongan claridad y puedan hacer un trabajo objetivo", y por ello "consideramos necesario y urgente revisar la figura de Godoy frente a los tópicos de garañón, pendenciero y choricero; sacudirlos es sacudir los de Extremadura".

También destacaron los presentes la protección que prestó a los intelectuales extremeños en la corte, así como que fue un gran impulsor del arte y la ciencia, además de medidas de seguimiento contra el contrabando en la frontera, que culminaron 20 años después en la Guerra de la Naranjas.

La obra recoge 48 ponencias sobre el valido de Carlos IV, de procedencia histórica e ideológica plural, y organizadas en cuatro partes: Godoy y Extremadura, Política interior y exterior, La Ilustración y Memoria Histórica.