Un estudio de científicos de la Universidad de Keele (Inglaterra) apunta la posibilidad de que el uso frecuente de desodorantes con efecto antitranspirante propicie la aparición de casos de cáncer de mama.

Esa hipótesis, que publica en la revista científica Journal of Inorganic Biochemistry , es fruto de una investigación que los expertos llevaron a cabo con 17 mujeres a las que se les había sometido a una mastectomía en el hospital de Wythenshawe, en la localidad inglesa de Manchester.

Los científicos hallaron en los tejidos mamarios elevados niveles de aluminio, sustancia que compone el 90 por ciento de los agentes antitranspirantes de la mayoría de los desodorantes que tratan de evitar la sudoración.

Además, los expertos observaron que las mayores concentraciones de aluminio, sustancia que estudios anteriores han relacionado con el cáncer de mama, se encontraban en la zona del pecho próxima a las axilas, en la que generalmente se aplica este tipo de productos y donde se detectan la mayoría de tumores de esta clase.

El estudio se ha llevado a cabo con "solo 17 pacientes, pero los datos que muestran una mayor concentración de aluminio en la zona cercana a las axilas son estadísticamente significantes. No puede haber ocurrido por casualidad", asegura Chris Exley, responsable de la investigación.

"La mayor concentración de aluminio en la parte exterior del seno se puede explicar por la proximidad de esta región a la axila, donde se suele aplicar la mayor parte de las sustancias antitraspirantes", añade Exley, quien recuerda que estudios anteriores indican que la piel es permeable a este elemento.