No hay error técnico. Tampoco manipulación de los datos. Pero la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) ha decidido aplazar la publicación de los resultados de la prueba de lectura realizada en España dentro del informe PISA, el programa internacional para evaluar a los estudiantes de 15 años que se realiza desde el año 2000.

Algunos datos, asegura la OCDE en un comunicado, «muestran un comportamiento de respuesta inverosímil por parte de los estudiantes», que emplearon un tiempo llamativamente escaso en contestar determinadas preguntas. Lo que sí se harán públicos en la fecha fijada (3 de diciembre) son los resultados de la prueba tanto en Matemáticas como Ciencias.

Cerca de 40.000 alumnos de unos 15 años de 1.102 institutos de todas las comunidades españolas participaron el año pasado en las pruebas del informe PISA. Los datos de España «han cumplido los estándares técnicos», según la OCDE. Pero la anomalía detectada hace que, de momento, no se pueda asegurar «una plena comparación internacional» de los resultados de España relativos a la fluidez lectora.

El comunicado del organismo internacional destaca que un número relevante de estudiantes españoles respondieron a una sección nueva de la prueba de lectura -la sección de fluidez lectora- de una forma que no representaba su competencia lectora real. Esta evaluación se hizo a través de ordenador, así que las acciones de los estudiantes quedaron registradas y se ha podido realizar un seguimiento. En muchos casos, según la OCDE, los estudiantes contestaron la sección de fluidez lectora de manera apresurada, empleando menos de 25 segundos en total para responder más de 20 preguntas. En comparación, los estudiantes que dedicaron el esfuerzo adecuado emplearon entre 50 segundos y más de dos minutos, dependiendo de lo rápido que pudieran leer.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, se quitó de encima ayer cualquier responsabilidad e insistió en que las pruebas a los estudiantes se realizaron en mayo del 2018, un mes antes del desembarco socialista en la Moncloa. Celaá añadió que no es la primera vez que la OCDE detecta anomalías y mencionó casos en EEUU y Holanda. Fuentes del organismo, sin embargo, declararon que lo ha ocurrido en esta ocasión en España no había sucedido antes.

Este comportamiento anómalo de respuesta no ha sido uniforme en toda la muestra de España, sino que se ha observado en determinados centros educativos de algunas zonas de España. El organismo internacional, sin embargo, no especifica cuáles.

El comunicado oficial añade que tanto la OCDE como España están trabajando conjuntamente para identificar las causas de este comportamiento y evitar que se produzcan casos similares en el futuro. «Una vez que conozcamos la extensión del problema y comprendamos sus causas y consecuencias, la OCDE decidirá cuál es la mejor forma de publicar los resultados», concluye.