Si la conciliación del trabajo con la vida familiar fuera una asignatura, España se llevaría un suspenso. Según un estudio de la OCDE, los parámetros para evaluar el grado de compatibilidad entre ambas esferas están bastante por debajo de la media de la treintena de los países ricos que integran el organismo. La OCDE atribuye la baja tasa de fecundidad (1,4 hijos por mujer, una de las más bajas) a que "a las familias les es difícil" ocuparse de los hijos. "España necesita fortalecer sus políticas de conciliación" indica el informe, que atribuye a esta dificultad el hecho de que el empleo femenino (53,5%) esté por debajo de la media de la OCDE (59,6%). Las prestaciones familiares (1,6% del PIB) están también bastante por detrás del promedio (2,2%). El gasto social por niño también es inferior.