Aunque los casos de cáncer infantil son poco frecuentes lo cierto es que esta enfermedad se ha convertido en los últimos años en la segunda causa de mortalidad para los menores de 16 años después de los accidentes de tráfico. Unos hábitos de vida saludables, unidos a la prevención, podrían reducir el número de niños afectados al tiempo que atajar el cáncer en adultos gracias a una adecuada detección precoz.

La directora de oncología pediátrica del Hospital de la Vall d´Hebrón de Barcelona, Soledad Gallego, explicó ayer, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que ocho de cada diez casos de esta enfermedad en adultos se podrían prevenir fomentando los hábitos saludables en la infancia. "Toda la sociedad debe de hacer un esfuerzo para inducir a los niños a hábitos saludables, ya que la prevención es un aspecto menos impactante que la investigación de nuevos fármacos pero muy eficaz", afirmó.

Para reflexionar sobre la prevención de esta enfermedad en la infancia y adolescencia, el lema del Día Mundial contra el Cáncer de este año es Los niños de hoy, el mundo de mañana. Prevenir el cáncer ahora . "La mayoría de casos de cáncer en niños no se pueden prevenir porque no intervienen factores externos, pero en adultos es completamente diferente, y por ello es muy importante comenzar la prevención desde la infancia".

Entre las medidas preventivas, Gallego destacó la importancia de la dieta equilibrada y de realizar ejercicio físico regular, como de evitar "conductas de riesgo" como el tabaco, el alcohol y las drogas y evitar la exposición al sol, con factores de protección superiores a 15 y pantalla total.