PLAZA: Casi lleno en tarde soleada de buena temperatura.

NOVILLOS: Seis de Fuente Ymbro, de buen juego. Destacaron segundo, quinto y sexto, siendo los demds manejables. Todos fueron aplaudidos en el arrastre.

REJONEADORES: Joao Moura, ovaci¼n. Leonardo Hernández, oreja. Andy Cartagena, dos orejas. Rui Fernández, oreja. Moura-Cartagena, dos orejas. Hernández-Fernández, dos orejas.

No podía tener mejor final esta feria triunfal, en la que todos los toreros de a pie y a caballo han abandonado el coso segedano en hombros. Para que este final fuera feliz, colaboró una novillada muy bien presentada de Fuente Ymbro, que dio un juego más que notable. Ejemplares con movilidad, tranco y embestidas bravas.

Abrió cartel Joao Moura, que de haber acertado con el rejón de muerte habría tocado pelo, como sus compañeros. El de Fuente Ymbro apretó siempre y había que poderle. Moura lo hizo, templó y aguantó bien las embestidas.

Leonardo Hernández se llevó el novillo más completo de los seis. Resultó bravo de verdad y el caballero estuvo a la altura. Extraordinario en el toreo a dos pistas.

El tercero, fue un novillo alto y feo de hechuras, que sin embargo desarrolló nobleza y pastueña embestida. Andy empezó sin acoplamiento y fue descabalgado, pero se vino arriba y encandiló al público con las piruetas y banderillas al violín. Faena de gran efecto en los tendidos, por su vibración y vistosidad.

Rui Fernández recibió al cuarto como si se colocara a portagayola. En los medios, esperó la veloz salida del animal de toriles, para después quebrar y clavar así el primer rejón de castigo. El portugués realizó una labor de mucha conexión con el tendido, ante el novillo menos colaborador.

En la primera collera, ante el quinto, Moura puso la maestría y Cartagena la alegría, ante un novillo noble y con clase. Mientras que la pareja formada por Leonardo Hernández y Rui Fernández hicieron las delicias de un público, totalmente entregado, gracias a la buena conjunción de los dos ante otro buen animal de Fuente Ymbro.