Siete pasajeros y el conductor de un autocar de inmigrantes magrebís murieron ayer y otros 51 sufrieron heridas de diversa consideración cuando el vehículo en el que viajaban, procedente de Valencia y con destino final en Barcelona, se saltó la mediana de la AP-7, a la altura del término municipal de Oropesa (Castellón), y volcó en el arcén del sentido contrario.

El siniestro ocurrió a las seis de la tarde. Por el número de fallecidos, es el segundo más grave del año en las carreteras españolas. Pero pudo ser peor, pues sucedió en plena operación retorno del puente de la Virgen. El tráfico por la autopista en dirección a Valencia era intenso. Sin embargo, el autocar, pese a que atravesó los dos carriles de la autopista en sentido sur, no colisionó con ningún coche.

Con todo, la violencia con la que el autocar golpeó contra el arcén lateral acabó con la vida de al menos siete pasajeros y el conductor del vehículo. Entre las víctimas mortales hay un niño, cinco mujeres y dos hombres, confirmó anoche la Delegación del Gobierno en Valencia.

IDENTIFICACION DIFICIL Menos el conductor, que era español, todos los fallecidos eran magrebís. Siete murieron en el accidente, mientras que el restante expiró poco después de llegar al Hospital General de Castellón. El hecho de que entre los pasajeros hubiera muchas personas sin documentación dificultó la identificación de los heridos, lo que generó algunos momentos de caos.

Las primeras hipótesis sobre la causa del accidente indicaban que se pudo deber al reventón de una de las ruedas del autobús, aunque anoche era difícil de precisar, sobre todo por el fallecimiento del conductor, que trabajaba para la empresa Autocares Meroño, ubicada en la localidad de Cartagena (Murcia).

La preocupación tras el suceso era otra. No solo era alto el balance de víctimas mortales. También lo era el cómputo de heridos. Los servicios de emergencia que se trasladaron hasta el kilómetro 409 de la AP-7 concluyeron tras una primera observación del lugar que como mínimo 51 personas requerían atención médica. De ellas, al menos seis --de las cuales tres eran niños-- debían ser trasladadas de forma urgente a un hospital. Su estado era grave.

Los heridos fueron ingresados en el Hospital La Fe de Valencia. Uno de ellos, por el que más temían los médicos, fue trasladado al centro sanitario en helicóptero. A uno de los niños, que sufre un traumatismo craneoencefálico muy grave, han tenido que amputarle las piernas. Las víctimas leves, por su parte, fueron repartidas entre el Hospital de la Plana, en Vila-real, y el General de Castellón.

DOS GRUAS El autocar, tras cruzar los dos carriles de la AP-7, quedó encajado en la zanja lateral de la autopista, pero el accidente fue tan aparatoso que el tráfico por la vía rápida quedó interrumpido hasta bien entrada la noche. Al quedar cortada la autopista en sentido a Valencia, la circulación tuvo que desviarse durante horas por la salida de Oropesa y volver a entrar en la AP-7 por la entrada de Castellón Sur, lo que generó retenciones de al menos dos kilómetros. Ayer, al cierre de esta edición, la vía continuaba cerrada y dos grúas intentaban retirar de la calzada el vehículo, que tiene rotas las lunas izquierdas y daños en la carrocería.