Una manifestación antifascista acabó anoche con una batalla campal en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Unos 200 okupas violentos de los varios miles que participaron en la protesta por el asesinato de su compañero Roger A. G., de 25 años, a manos de un skin neonazi en las fiestas de Gr cia del pasado verano, arrasaron la plaza de Sant Jaume y las calles de Ferran y Jaume I.

Los violentos incendiaron y destrozaron un par de oficinas bancarias, atacaron comercios, arrasaron el mobiliario urbano y encendieron varias hogueras a su paso por la calle de Ferran. Y en la plaza de Sant Jaume rompieron el pesebre municipal. Cuatro fueron detenidos y 11 policías resultaron heridos.

La violencia comenzó hacia las 20.30 horas, cuando los manifestantes empezaron insultar a la Guardia Urbana que vigilaba el ayuntamiento y después a los mossos que hacían lo propio en el Palau de la Generalitat. La organización dio por terminada entonces la marcha, momento en que los violentos lanzaron botellas, cohetes, sillas de bar, macetas e incluso algún semáforo contra agentes.