La treintena de laboratorios que en la actualidad ensayan la futura vacuna contra el virus gripal A/H1N1 pugnan por concluir antes que el resto dicha producción, tanto por razones comerciales como por anticiparse al aumento del número de enfermos que puede haber en el hemisferio norte a partir del próximo mes. Para conseguirlo, algunas compañías han propuesto a la Agencia Europea del Medicamento (AEM) acortar dichos ensayos, eludiendo alguna de las fases de estudio que deben garantizar la eficacia y la ausencia de riesgos para la salud de quienes reciban dicho fármaco. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que disiente de esa idea, volvió a advertir ayer que la producción de la vacuna debe ser completa, ni acelerada, ni reducida. "Los ciudadanos han de estar seguros de que el proceso de producción de la vacuna ha sido riguroso, y que no supone un riesgo para su salud", indicaron sus portavoces.

La AEM, responsable de autorizar su venta en Europa, no desaprueba la opción de acortar los ensayos. Este organismo, que depende de la comisión de industria de la UE, entiende que las vacunas antigripales difieren poco entre sí, circunstancia que podría obviar algunas fases de elaboración en atención a la situación pandémica. Nada partidaria de acelerar la producción de un fármaco que resultará estratégico, la consellera de Salut, Marina Geli, volvió a rechazar ayer la reducción de las fases de elaboración de la vacuna . "La población debe estar tranquila" --dijo Geli--. "La vacuna de la gripe A se administrará cuando sea segura y tengamos garantías sobre sus efectos". La responsable de Salut rehusó avanzar fechas de vacunación.

PRIMEROS ENSAYOS En esa misma posición, la directora del programa de vacunas de la OMS, Marie--Paule Kieny, afirmó que a principios de septiembre podrían disponer del resultado de los primeros ensayos clínicos. La eficacia que demuestren esas pruebas iniciales permitirán aventurar si sor necesarias una o dos dosis del fármaco.

La expectación que la pandemia vírica ha despertado en la industria se explica por la rápida propagación del nuevo virus, y por las cifras de receptores que, se calcula, podrían ser candidatos a recibir la vacuna. Según la OMS, la gripe A puede llegar a afectar a 2.000 millones de personas, un dato, que, desde el punto de vista sanitario, explica sobradamente la necesidad de vacuna. Entre los laboratorios que están elaborando dicha vacuna figuran Sanofi--Aventis, Novartis, Glaxo SmithKline, Baxter, CSL y Solvay. La suiza Novartis, una de las que recibió antes las cepas del virus, anunció ayer que podría disponer de la vacuna entre octubre y diciembe. Falta por determinar el precio del fármaco. Esto determinará qué países pueden adquirirlo.