El parte diario de la rápida expansión del virus de la llamada gripe mexicana por todo el mundo trajo ayer una importante novedad: ya hay un caso confirmado en Barcelona de un hombre que no viajó a México, lo que lo convierte en el primer contagio indirecto del que se ha tenido noticia (al menos, de forma oficial) en Europa. Este caso es especialmente relevante, por cuanto pudo resultar determinante en la decisión de la OMS de activar anoche el nivel cinco (en una escala de seis) de la alerta de riesgo de pandemia, una fase que se alcanza cuando el virus se transmite de persona a persona de forma notable en al menos dos países. La iniciativa de la OMS, cuya directora general, Margaret Chan, anunció que la pandemia puede considerarse "inminente" e instó a los países a activar sus propios planes de actuación, supondrá, entre otras medidas, un mayor control en el movimiento de los viajeros.

Horas antes de que la organización comunicara su decisión, la ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez, había confirmado la presencia del virus en Cataluña, donde ya hay seis casos. Desde que la OMS activó la fase cuatro de la alerta pandémica, es obligatorio revisar a todas las personas cercanas a los enfermos sospechosos, y fue así cómo se descubrió que el novio de una de las pacientes que había viajado a México había contraído también el virus A/H1N1. El joven no ha sido hospitalizado.

EN CABEZA DE INFECCIONES La consejera de Sanidad catalana, Marina Geli, dijo estar convencida de que se han detectado más contagios indirectos en otros países europeos. "Ignoro por qué no se ha informado todavía", añadió. Los seis casos de gripe mexicana confirmados hasta ahora en Cataluña se suman a los cuatro registrados en el resto de España y sitúan a este país en cabeza en el número de infecciones en Europa.

En cualquier caso, son cada vez más los países que han notificado ya la presencia de enfermos en su territorio a medida que se van conociendo los resultados de las pruebas analíticas practicadas a los viajeros llegados en los últimos días de México con algún síntoma de gripe. Alemania anunció ayer la detección de sus tres primeros casos; en el Reino Unido, tres nuevas confirmaciones elevaron la cifra a cinco; en Austria también hay uno; en Israel, dos. Y en el continente americano la cosa se dispara, con 91 casos confirmados en Estados Unidos (incluido el niño fallecido en Tejas), 19 en Canadá y 49 (y siete muertes) en México, país en el que se sospecha que la cifra real de infectados es bastante más alta (ver el mapa de la página siguiente).

Tanto Trinidad Jiménez como Marina Geli pusieron énfasis en aclarar que todos los casos de la nueva gripe diagnosticados en España son leves. La consejera explicó que de los seis enfermos confirmados en Cataluña --cuatro hombres y dos mujeres, de entre 21 y 22 años--, solo dos se hallan hospitalizados, y porque tienen problemas para desplazarse cada día de su domicilio al centro médico. Tampoco reviste gravedad el estado de los ocho pacientes que permanecen "en estudio". En el conjunto de España, los casos en observación ascienden a 70. La ministra Jiménez recordó que los medicamentos antivirales solo pueden ser suministrados por los centros hospitalarios.

MUERTES El esfuerzo de las responsables de sanidad por no convertir la alerta médica en motivo de alarma y tranquilizar a la población no se vio demasiado bien acompañado por algunos de los expertos del Centro de Prevención y Control de las Enfermedades de la UE (ECDC), que advirtieron de que lo previsible es que el desarrollo de la nueva gripe en Europa sea "similar" al que está teniendo en Estados Unidos, lo que significa un incremento del número de casos y que "tal vez se produzcan muertes", según señaló Angus Nicoll, miembro del organismo. Para situar las cosas en su justo término, conviene recordar que la gripe convencional mata cada año a 4.000 personas en España.

MOTIN EN BARAJAS Sin embargo, la repercusión mediática de la crisis sanitaria ha condicionado inevitablemente el comportamiento de la gente. En las farmacias españolas se ha disparado la venta de mascarillas para proteger la nariz y la boca --una medida que Geli considero fútil porque, indicó, "si se hiciera necesario su uso ya las facilitaría gratuitamente el sistema sanitario"-- y tres pasajeros de un vuelo de Madrid a Barcelona se negaron a embarcar al saber que en el avión viajaban unas personas que acababan de llegar de la localidad turística mexicana de Cancún.