Donde algunos hablan de alarmismo, la OMS solo ve prudencia. La directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, aseguró ayer que la declaración de pandemia por la gripe A el pasado 11 de junio estaba justificadísima, que todos los indicadores así lo mostraban y que, además, ningún país se opuso.

Es más, Chan manifestó que el nivel de alerta pandémica debe mantenerse: "No hay ninguna alegación que pueda concluir que esto no es una pandemia. El virus se propagó de forma sostenida en todas las regiones del mundo y afectó a 205 países". Hasta la fecha, el H1N1 ha causado más de 500.000 infectados y 11.000 muertos en todo el planeta.

La directora general del organismo recordó que el anterior virus gripal no estacional --el de la gripe aviar (H5N1)-- mataba a seis de cada diez infectados, avisó del riesgo de una eventual mutación del H1N1, y subrayó que la función de la institución es prevenir para después no tener que lamentar.

"PANDEMIA MODERADA" Chan añadió que la OMS se enfrenta todavía a grandes retos: "Hemos mejorado mucho en los últimos cinco años en términos de preparación, pero aún queda mucho por hacer si queremos estar totalmente preparados para enfrentar una pandemia virulenta, porque recordemos que esta es considerada moderada", señaló.

Chan rechazó las acusaciones de una supuesta connivencia de la OMS con las farmacéuticas para propiciar la venta de vacunas. "Son rumores sin pruebas", dijo.