La asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se abrió ayer de forma virtual, con un llamamiento los países a que la vacuna contra el coronavirus se considere un «bien público» y a reformar la organización para mejorar la respuesta ante futuras pandemias. En este encuentro, el secretario general de la ONU, António Guterres, criticó a los países que «ignoraron las recomendaciones de la OMS», al considerar que el mundo ha pagado un «alto precio» por las estrategias divergentes.

«Como resultado, el virus se ha extendido por todo el mundo y ahora se está trasladando a los países del Sur, donde podría tener efectos aún más devastadores», añadió antes de apelar a un «gran esfuerzo multilateral» ante esta «tragedia». «Espero que la búsqueda de una vacuna pueda ser el punto de partida», manifestó en la apertura de la Asamblea Mundial de la Salud, que durará hasta hoy.

El chino Xi Jinping dijo que una posible vacuna china será un «bien público mundial», como también prometió Emmanuel Macron. El asiático dedicará 1.800 millones de euros durante dos años a la lucha global contra el covid-19.