Los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerraron durante la madrugada de ayer, tras dos semanas de duras discusiones y cuatro años de preparativos, el primer convenio internacional que pretende prohibir la publicidad y la promoción del tabaco, así como impulsar todo tipo de medidas que ayuden a combatir el consumo de cigarrillos. Esta adicción, según las propias autoridades sanitarias, causa 4,9 millones de muertes al año.

El documento debe ser ratificado aún por los 192 estados miembros de la OMS en la Asamblea Mundial de la Salud que se celebrará en Ginebra del 19 al 28 de mayo, y después cada país deberá tomar las medidas legislativas necesarias para que el convenio sea efectivo.