Los centros de vigilancia de la gripe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad científica tienen la "práctica seguridad" de que es inminente una pandemia gripal causada por un virus aviar que está a punto de transmitirse al ser humano. El nuevo organismo, aseguran, surgirá de uno de los virus aviares que desde hace dos años devastan las granjas del sureste asiático, y que ya han infectado a un centenar de personas, aunque sin alcanzar la transmisión interpersonal. Este virus, lógicamente, no figura entre los tres que contiene la vacuna antigripal de esta temporada.

"Existe una clara amenaza y tenemos la seguridad de que va a llegar esa pandemia, pero es imposible precisar si tardará semanas o meses", afirma Tomás Pumarola, microbiólogo del Hospital Clínico de Barcelona, centro de referencia de la OMS en España para control de la gripe.

El Ministerio de Sanidad, al igual que los del resto de la UE, ha elaborado un Plan de Pandemia Gripal (PPG), integrado por especialistas de todas las comunidades autónomas, que se coordina con los centros de la OMS en España, situados, además de en el Clínic, en el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid, y en el Instituto de Microbiología de Valladolid.

"De los tres virus aviares más extendidos en estos momentos, el más agresivo es el H5N1, que ya ha saltado a personas que conviven estrechamente con los animales --añade Pumarola, que representa a la Conselleria de Salut en el PPG--. La tasa de mortalidad humana demostrada por este virus es del 70%".

NUEVA VACUNA Hasta que el virus H5N1 no sufra el cambio genético completo que logre su transmisión entre humanos, no será posible iniciar el diseño de una vacuna, constataron el pasado lunes en Bruselas los ministros de Sanidad de la UE, que aludieron a la "certidumbre" de una pandemia de gripe ante la que se declararon poco preparados.

"En caso de pandemia, la UE de los 25 se enfrentará a dos graves carencias para las que no hay respuesta sencilla --dijo Hans Hoogervorst, ministro de Sanidad holandés--: necesitaremos una nueva vacuna, pero, al tratarse de un virus más peligroso y desconocido se tardará más tiempo del habitual en obtenerla". "Si el diseño de la vacuna gripal de cada año se logra en seis meses, en este caso se necesitará al menos un año", añadió Hoogervorst.

En ese lapso, ha calculado la OMS, el nuevo virus gripal podría llegar a infectar a un 20% de la población mundial. "Una pandemia gripal no empezará nunca en Europa, lo que nos dará como mínimo un mes de margen de actuación

--asegura Pumarola--. Las condiciones de proximidad y convivencia entre personas, aves y cerdos que se dan en China y toda Asia son las que siempre han dado lugar a las grandes epidemias víricas".

En cualquier caso, advierte el microbiólogo, hay que tener presente la enorme capacidad de propagación de los virus respiratorios, como el la gripe. "La pandemia de 1914, la gripe española, empezó en abril en EEUU y en junio de ese año ya había dado la vuelta al mundo, que estaba en plena guerra", afirma. Los científicos buscan un punto medio al difundir su información: intentar alertar sin atemorizar. "Estamos en el siglo XXI y tenemos unos sistemas de información radicalmente distintos a los que hubo en la última pandemia", afirma Antoni Trilla, epidemiólogo del Clínico.