En época de crisis la solidaridad, cuando más orgullosa debería exhibirse, también se ha desinflado junto a la economía. Teresa Palahí, delegada de la ONCE en Cataluña, anunció ayer una caída de las ventas en España de un 14,5% durante el primer cuatrimestre del 2010, con respecto al mismo periodo del año anterior. "Y seguimos cayendo", añadió, cuando de sus ingresos depende su obra social. Durante el 2009 la organización recaudó 2.100 millones en España.

Para contrarrestar la tendencia, la ONCE presentó cuatro nuevos juegos de rasca bajo la marca GanaYa!, "para seguir creando puestos de trabajo y prestando servicios a las personas con discapacidad", apuntó Palahí. Desde ayer ya se venden en gasolineras, estancos y quioscos: 5.000 puntos de venta en España. A sumar al clásico cupón, que seguirá en manos de los 21.000 vendedores de la ONCE. Palahí lamentó que "el cupón tiene una buena acogida, pero no la suficiente".

"Es la iniciativa europea más importante que se ha realizado en el juego en los últimos diez años, un punto de inflexión del juego en España", aseguró Raúl Reyes, director general adjunto de la UTE Logista-GTECH, encargada de la logística, comercialización y diseño de los juegos. "Si el cliente no se acerca a los puntos de venta del cupón vamos a ponerle el producto más cerca", afirmó Reyes. Los posibles premios van desde el reintegro a 100.000 euros. A la consabida crisis, los vendedores sufren "la fuerte incidencia del juego ilegal, tanto rifas como especialmente los juegos en internet".

En el estanco de María Teresa Serra ya tienen visibles los nuevos productos "para cooperar en un proyecto solidario y sobre todo en los momentos más difíciles". Serra asegura que "ganar o perder dinero no fue la razón" porque aceptó la oferta del comercial días atrás.