La exclusión laboral de las personas discapacitadas causa a las economías mundiales unas pérdidas anuales de entre 1,37 y 1,94 billones de dólares, según un informe que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho público con ocasión de la celebración, hoy, del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El trabajo apunta que en el conjunto de los países de la Unión Europea solo el 40% de la población activa con algún tipo de minusvalía tiene empleo, mientras que en la población sin discapacidad los empleados son el 64,2%. En el mismo ámbito, el 52% de las personas con discapacidad y en edad de trabajar son económicamente inactivas.

En España, una de cada veinte personas tiene algún tipo de discapacidad y, aunque la mayoría de ellas está plenamente capacitada para tener una vida social y laboral autónoma, son pocas las que encuentran un empleo, situación que denuncian por no recibir aún un trato igualitario.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 3,5 millones de discapacitados, el 9% de la población total. De éstos, 1,3 millones está en edad laboral pero su tasa de paro ronda el 26% --más del doble de la media nacional--, y todo pese a que la ley obliga a las empresas de más de cincuenta empleados a reservar un 2% de sus plazas para este colectivo.

Aun con estas salvedades, la Encuesta de Población Activa señala que la tasa de paro de las personas con discapacidad es un 40% superior a la del resto de los trabajadores, una situación que los sindicatos creen "preocupante" porque constata que, pese a las sanciones económicas, aún hay un alto grado de incumplimiento del cupo de reserva.

El estudio de la OIT advierte que, además de registrar un elevado índice de desempleo, los discapacitados quedan a menudo relegados a trabajos poco cualificados y con salarios bajos, y que su representación en los puestos directivos es escasísima. El organismo internacional recuerda que en todo el mundo hay aproximadamente unos 650 millones de discapacitados.