La oposición al presidente ruso, Vladímir Putin, celebró ayer en Moscú una marcha contra la nueva ley que prohíbe a los estadounidenses adoptar niños rusos. Unas 20.000 personas participaron en la denominada Marcha contra canallas (7.000 según fuentes policiales), en la que se mostraron pancartas con fotos de los diputados de la Duma rusa (Cámara baja) que idearon la prohibición y la palabra "Vergüenza".

Los manifestantes también llevaban pancartas que indicaban "¡Diputados al orfanato! ¡Putin a la casa de ancianos! " y "Putin, eres un asesino de niños" . La medida, que llegó como una respuesta al Acta Magnitsky que niega visados a los funcionarios rusos acusados de violaciones a los derechos humanos y embarga sus activos en EEUU, deja sin perspectivas de sobrevivir a cientos de huérfanos rusos que padecen enfermedades que no tienen remedio en Rusia. "Sin adopción, estos niños no tienen opción. Esta ley es peor para los niños que el tratamiento que reciben algunos animales en otros países", dijo Dmitri Belkov.

Las autoridades calificaron a los manifestantes de "enemigos del Estado". "Todos los enemigos de la soberanía nacional de Rusia son partidarios de la adopción por norteamericanos. Tenemos que recordar bien las caras de los organizadores de esta marcha para aislarles de la vida política y social", manifestó Andrei Isaev, diputado del partido oficialista Rusia Unida.