Sobre el papel, la corrida que se anunció para ayer en Villafranca de los Barros ofrecía un gran interés: una ganadería asentada en Extremadura, la de Sánchez Ibargüen, y tres toreros extremeños que están en un buen momento. Al final, el encierro ofreció pocas oportunidades de lucimiento, sobre todo porque ningún toro rompió a embestir con claridad hacia delante y por abajo. Sólo el cuarto tuvo algunas embestidas y el sexto, hasta que se rajó con descaro.

Los toreros estuvieron cada uno por encima de su lote y, sobre todo, dejaron su impronta, cada uno a su manera, con la tónica de que los tres diestros gustan y hacen un toreo de arte.

A Juan Mora, a estas alturas de su carrera, da gusto verlo. Tuvo un primer toro que tenía clase en su embestida pero que resultó muy blando, por lo que no transmitía. Pero lo toreó con soltura y empaque a la verónica, y le hizo una faena en la que, puesto en el sitio, pudo sacar algunos muletazos apreciables por ambas manos tirando del animal.

El cuarto era un dije por bonito y serio. Muy bajito y musculazo, tomó muy bien el capote de Juan Mora, también a la verónica, que resultaron mecidas. Pronto el animal se vino a menos y se fue a su querencia de tablas, no sin antes poder cuajarle el torero muletazos de acusada plasticidad. Paseó la única oreja de la tarde tras esos momentos de inspiración.

El lote de Ambel Posada no le dio ninguna oportunidad. Sorteó en primer lugar un sobrero de bastas hechuras, que no humilló nunca ni repitió sus embestidas. Porfió con él Ambel sin lucimiento. El quinto no tenía un pase por el pitón izquierdo y no se desplazaba por el derecho. Sólo pudo dejar el torero detalles.

También fue muy deslucido el primero de Emilio de Justo, porque no descolgaba ni se desplazaba. Firme y asentado el torero, estuvo por encima del descastado animal. Sin embargo, el sexto, un toro alto de agujas, tuvo otro aire, no hasta el final, ciertamente. Pero permitió al torero lucirse con el capote a la verónica y en un ajustado quite por chicuelitas. Después, en la muleta, tuvo varias buenas arrancadas, y De Justo lo llevó por abajo con ajuste, corriendo muy bien la mano y ligando dos tandas en redondo con la diestra que fue de lo mejor de la noche.