El error cometido con el pequeño Rayán en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, que acabó con su vida cuando una enfermera le inyectó leche en el torrente sanguíneo en lugar de por la sonda nasogástrica, no es un caso tan excepcional como se ha llegado a decir. El presidente del Consejo General de Enfermería de España, Máximo González Jurado, reveló ayer que hace nueve años se produjo en un hospital de Tenerife un caso "gemelo" con el mismo resultado y en las mismas circunstancias que el bebé de Dalila.

El caso canario fue "casi idéntico", según explicó el presidente del Colegio de Enfermería de Tenerife, José Angel Rodríguez. Un enfermero de 21 años en un hospital público, sin apenas experiencia y "que cubría una guardia corre que te corre" administró alimentación láctea por vena a un neonato. Tras darse cuenta de su error dio la voz de alarma, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvar la vida del bebé. El caso se resolvió por la vía penal en el 2005 con la condena para el autor del error sanitario a un año de prisión y tres de inhabilitación profesional.

El Consejo General de Enfermería destacó que en los últimos 9 años se han registrado otros 14 casos de administración errónea de medicamentos a pacientes.