¿Ovnis sobre Extremadura?

--...«Es un objeto brillante de verdad»

--«Afirmativo, pero brilla más por la parte, que no le da el sol, es lo raro, para verlo tienes que pasar por debajo, lo veréis en forma de triángulo pero tiene un brillo hacia el Este que no veas, puede ser que sea un globo»... Es un extracto de la hora y cuarto de conversaciones que se grabaron el 3 de junio de 1967 entre los dos pilotos que tripulaban un avión militar que había despegado de la base de Torrejón con destino a Talavera la Real. En el entorno de Montánchez avistan un objeto extraño que no logran identificar, pero que en las más de 30 páginas de documentación con grabaciones trascritas, fotografías e informes posteriores de los pilotos, uno de ellos lo llega a describir como «un objeto de superficie transparente o sumamente pulida, con mucho brillo... del tamaño de un balón de baloncesto, más brillante en la parte alejada del sol...». Otro habla de que «quizás sea un globo» y reconoce al final: «en una palabra, no soy capaz de dar una opinión sobre lo que pudiera ser».

Este es el primero de los casos de avistamientos en Extremadura desclasificados por el Ministerio de Defensa relativos al periodo entre 1962 y 1995. En total son 80 expedientes y más de 19.000 páginas que se pueden consultar ya en internet.

Nave o fuegos artificiales

El Ministerio de Defensa inició en 1991 un proceso de desclasificación de documentos relativos a los avistamientos de fenómenos extraños, lo que se conocían como Expedientes Ovni, dado que Defensa decidió entonces analizarlos y rebajar su nivel de clasificación para ponerlos a disposición del público. Para hacer esto posible, en 1992 fue depositada una copia física en la Biblioteca Central del Ejército del Aire, en el Cuartel General de este ejército en Madrid y ahora se han digitalizado para permitir su consulta a través la página web de la Biblioteca Virtual de Defensa (bibliotecavirtualdefensa.es).

El expediente más extenso y el fenómeno más recambolesco de los que afectan a Extremadura se estudió en 1993. Un hombre de Azuaga denunció ante la Guardia Civil que en el recorrido entre Azuaga y Llerena, a unos tres kilómetros de Usagre, avistó «con absoluta nitidez por espacio de varios segundos, lo que a falta de otro término podría ser denominado como una especie de nave espacial» . El denunciante, un Licenciado en Filosofía y Letras, que se autodefine como «escéptico hacia todos aquellos fenómenos que intenten ser explicados con parámetros de excepcionalidad» lo describe como «de forma ovalada» y con «numerosas luces» de colores anaranjado, amarillo y blanco» (otro testigo lo describe después como «la noria de una feria»). En todo caso, el mando del Ejército del Aire que investigó el caso llegó a la conclusión de que «tal fenómeno se produjo con motivo del empleo repetido de cohetes luminosos multicolores que celebraban una boda en Usagre» y explica que el efecto fue identificado inicialmente por uno de los testigos, que después asumió la versión de la nave.

En Talavera la Real

Los otros dos fenómenos Analizados en Extremadura se avistaron en la base aérea de Talavera la Real. De uno de ellos, en 1975, únicamente de «ecos móviles, codificando en diversos modos» aunque los datos aportados por el expediente, de dos páginas, se consideran «insuficientes» y de hecho ese fenómeno no llegó a ser investigado. Tampoco es mucho más detallada ni esclarecedora, aunque sí más amplia (28 páginas) la información del otros suceso, que tuvo lugar en 1976 y que es el más extraño de todos los documentados en Extremadura por el Ministerio de Defensa en el periodo ahora desclasificado.

Es el Agregado de Defensa de Caracas el que remite al Estado Mayor una fotocopia de un artículo aparecido en el Diario de Caracas en el que se relatan unos sucesos ocurridos supuestamente en la base aérea de Talavera la Real en la noche del 12 de noviembre de 1976. Ese artículo relata la aparición de «un ser luminoso de color verde, con brazos largos pero con manos y piernas difusas». Los centinelas llegaron a abrir fuego contra esta figura, que desapareció inmediatamente. Nada más aparece de la investigación que se abrió al respecto y de la solicitud posterior de información, más allá de que continuaba en vigor la consideración de «materia reservada».

En todo caso, todos estos documentos son ya de acceso público aunque, eso sí, se omiten los datos de las personas declarantes y los oficiales, para preservar su identidad.