Richard R. B., acusado de herir gravemente el 10 de junio en Salou a su hija Claudia, de cinco meses, afirmó que el bebé se le había caído tres veces en dos meses, aunque negó que fuera objeto de agresiones. Richard, de 24 años, incurrió en diversas contradicciones en sus declaraciones en el juicio que ayer empezó en el Juzgado Penal 3 de Tarragona. El caso generó una gran polémica porque la niña ya había sido hospitalizada en abril, aunque un juez consideró que no había pruebas de maltrato, por lo que la reintegró al hogar.

Tanto la fiscala como el abogado de la Generalitat, que ejerce la acusación particular, intentaron demostrar que las lesiones de la pequeña habían sido infligidas por su progenitor para acallar sus gritos, que le impedían descansar. Por el contrario la madre, dijo que no creía que su compañero agrediera a Claudia, aunque sí pudo incurrir en "irresponsabilidad" al no cuidarla debidamente. Tanto el forense como los médicos que atendieron a la niña coincidieron en "la existencia de un maltrato", aunque no descartaron otras causas.