Los padres que arrojaron a su bebé al río Besòs el martes por la tarde eran novios y mantenían el embarazo en secreto. Nadie en su entorno más cercano conocía el estado de la madre. Ambos son menores de edad. El lunes pasado, la pareja reservó una habitación en un hotel y la mujer dio a luz al pequeño. El martes, él se desplazó hasta la orilla del río en Sant Adrià de Besòs y abandonó al recién nacido en el agua.

Minutos después de entrar al río para dejar al bebé, el joven fue al bar La Catalana. En el establecimiento, según Mateo, uno de los clientes, el joven, mojado, aseguró que acababa de ser víctima de un robo violento, que le habían quitado una maleta y que querían matarlo. En las imágenes que captaron las cámaras de seguridad del local aparece con una toalla y yendo de un lado a otro. Uno de los camareros le sirvió un refresco. El chico, según el cliente, hizo durante ese tiempo diversas llamadas. A los pocos minutos, sus padres -los abuelos del bebé- llegaron al bar y los tres se marcharon «en taxi».

AVISOS CIUDADANOS / A esa hora, las seis de la tarde del martes, varios ciudadanos dieron aviso al teléfono de Emergencias 112, relatando que habían presenciado como un hombre entraba con un bebé en el agua. Se activaron en ese instante diversas patrullas que se dirigieron al lugar señalado por los testigos. Al tratarse de varias llamadas, matiza la subjefa de la comisaría de los Mossos en Badalona, Montse Estruch, el dispositivo para hallar a la criatura cobró desde el primer momento la máxima dimensión.

Comenzaron a buscarlo policías, tanto de los Mossos como del cuerpo municipal, y bomberos, de la Generalitat como del Ayuntamiento de Barcelona. Los expertos en la búsqueda de personas asumieron el control.

Paralelamente, investigadores de la Región Policial Metropolitana Nord pusieron en marcha las pesquisas. Localizaron al padre, que no tardó en confesar, y a la madre. Dieron con el progenitor porque el abuelo del bebé había llamado también al 112 para denunciar que su hijo acababa de ser atacado en el Besòs y los agentes ataron cabos.

En el río, las patrullas encontraron la maleta de la que había hablado el padre en el bar y más indicios que cuadraban con el traslado y abandono de la criatura. Pero no había ni rastro del recién nacido.

Los Mossos trasladaron a la madre a un hospital, donde recibió atención sanitaria y se confirmó que se encontraba bien. El padre sí quedó detenido. La fiscalía de menores será la que ejerza la acusación en la causa judicial que afrontan ambos.

gran despliegue / Cuando anocheció el martes, los equipos de emergencia, con linternas y el foco de un helicóptero, alargaron las tareas hasta las dos de la madrugada. Ayer a primera hora se retomó el intento de localizar al bebé. Participaron bomberos y policías guiados por unidades caninas especializadas. Peinaron los 800 metros que separan el punto donde el padre había explicado que lo abandonó hasta la desembocadura del Besòs. Al mediodía, esta zona había sido escudriñada sin éxito. En una maniobra poco ortodoxa, el helicóptero descendió y sacudió juncos y cañas de la orilla para ver si eso permitía ver desde el aire algún punto ciego fuera del alcance de agentes y perros desde el suelo. Sin éxito.

Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, con competencia en aguas abiertas, se activaron también antes del mediodía para comenzar la búsqueda ya en el mar. Una hipótesis plausible es que el cuerpo fuera arrastrado por la corriente a aguas abiertas, algo que reduciría exponencialmente las posibilidades de hallarlo.

Sobre las seis de la tarde del martes, cuando los testigos vieron al padre entrar al río con el bebé, el Besòs bajaba con fuerza. En el punto en el que habría sido abandonado tenía una profundidad de unos 140 centímetros que también dificultó mucho que los rescatadores pudieran trabajar en condiciones.

Las tareas de los equipos de emergencia sobre las tres de la tarde se redujeron de forma notoria. El helicóptero desapareció. Hoy está previsto que se reanuden las tareas siguiendo el mismo patrón que hoy: peinar la zona de abandono hasta la desembocadura.