Un corral de unas 500 gallinas se ha transformado en una auténtica fábrica viviente para producir fármacos contra el cáncer y otras enfermedades. Después de casi nueve años de trabajo, los científicos del Instituto Roslin de Edimburgo, en Escocia, donde nació la oveja clonada Dolly, han logrado modificar las gallinas genéticamente para que pongan huevos que contienen grandes cantidades de proteínas útiles para fabricar esos fármacos.

Según informó el sábado el diario The Sunday Times , los científicos han criado 500 gallinas ponedoras a partir de una especie común llamada ISA Brown --también la más presente en España--, cuyo ADN manipularon con la introducción de genes humanos productores de proteínas. Esas proteínas humanas se localizan después en la clara del huevo, de la que pueden extraerse fácilmente para la elaboración de fármacos. Este método es mucho más barato que los procedimientos actuales, como la fermentación bacteriana.

La abundancia con que las gallinas ponen huevos permite conseguir mayores cantidades de proteína en menos tiempo. Los especialistas escoceses se asociaron en el año 2000 con los laboratorios estadounidenses Viragen. "Esta colaboración nos permitirá producir una amplia variedad de medicinas, a gran escala y a una fracción del precio de coste de la producción tradicional", avanzó entonces Gerald Smith, presidente de Viragen.

Para modificar los genes de los animales, los expertos extrajeron embriones de las gallinas antes de que se convirtieran en huevos. Estos embriones, simples grupos de células, se inyectaron en otros huevos que fueron infectados con un virus que contenía genes humanos con la información genética necesaria para la elaboración de las proteínas humanas que los investigadores querían producir. Ese virus transportó los genes humanos a las células de los embriones, donde se incorporaron al ADN del ave.

ANTECEDENTES Otros científicos habían logrado antes crear pollos transgénicos, pero ésta es la primera vez que la modificación genética perdura durante varias generaciones. Uno de los tipos de gallina creado en el instituto Roslin produce interferona, un agente antiviral que se utiliza en los fármacos contra la esclerosis múltiple. Otro tipo produce miR24, que podría emplearse en un medicamento experimental con potencial para tratar cánceres de piel y artritis, según el diario. La directora del experimento, Helen Sang, llevaba desde 1997 intentando hacer funcionar la técnica.