Los padres de la mujer de 34 años, F. A., que sufre retraso mental y está embarazada desde hace cinco meses y medio acudieron en la tarde de ayer al juzgado de guardia de Barcelona, con el fin de que el juez determine si es conveniente que se interrumpa la gestación, como solicita la familia. Este paso les fue sugerido por los servicios jurídicos del Hospital del Mar, centro que había rechazado practicar dicho aborto ante la inexistencia de documentos que acrediten que los padres de la gestante cuentan con la tutela judicial de su hija.

En el momento en que un documento judicial ordene que debe interrumpirse la gestación, el Mar lo hará, informó su responsable de Ginecología. La mediación judicial hubiera sido necesaria incluso si los padres fueran sus tutores jurídicos. De hecho, explicó la portavoz de la Asociación Catalana de Planificación Familiar, esta familia ignoraba que, aunque en la práctica siempre han "tutelado" la vida de F. A., esa condición solo se adquiere tramitando una situación de incapacidad suscrita por un juez. Sufre un retraso mental del 73%. A.G.