Gerry y Kate McCann, padres de Madeleine, la niña británica de cuatro años desaparecida el pasado 3 de mayo en Portugal, temen que el caso de su hija nunca sea resuelto, según han admitido amigos de la pareja a los medios británicos. Varios tabloides informan hoy de que a los McCann les resulta "insoportable" la idea de que nunca puedan encontrar a su hija o saber qué pasó la noche del 3 de mayo.

Además, amigos de la pareja también han admitido que la familia teme que los padres sean vistos por algunas personas como sospechosos de la desaparición de la pequeña. "Temen que tengan que vivir sobre una nube de sospechas. Algunas personas pensarán que ellos fueron responsables", dijeron al diario "The Sun" fuentes cercanas a los McCann.

Las mismas fuentes agregaron que los padres se dan cuenta de la posibilidad de que "Maddie" pueda estar muerta. "Está claro que rezan para que esto no sea así. Pero si lo es, quieren saber qué pasó", agregaron. Por otro lado, el tabloide "Daily Express" informa hoy de que no hay pruebas sólidas para apoyar la teoría de la Policía portuguesa de que Madeleine pudo haber muerto la noche que desapareció.

Según el "Daily Express", las pruebas de ADN para fundamentar esa teoría y concluir de que los padres son sospechosos de la desaparición de Madeleine no son concluyentes. El pasado mes de septiembre, la policía lusa consideró a los McCann sospechosos de la desaparición de la niña de la habitación en la que dormía junto con sus hermanos gemelos de dos años.

Madeleine fue vista por última vez el 3 de mayo en un centro turístico de Praia da Luz (Algarve), donde pasaba unos días de vacaciones con sus padres y sus hermanos. La pequeña desapareció mientras sus padres cenaban en un restaurante del centro vacacional.