Las parejas que deseen seleccionar los genes de su futuro hijo para salvar a un hermano gravemente enfermo podrán hacerlo en España antes de fin de año. Así lo establece el borrador de la ley de reproducción asistida, presentado ayer por la ministra de Sanidad, Elena Salgado, que autoriza por primera vez la preselección genética de embriones con fines terapéuticos para terceros.

Esta técnica, denomina en términos médicos diagnóstico genético preimplantacional (DGP), sólo es posible en España para prevenir una enfermedad del embrión en un futuro y evitar que los bebés nazcan con una enfermedad hereditaria.

SIN MANIPULACION GENETICA El nuevo tratamiento, ensayado y autorizado en Inglaterra, Bélgica y EEUU, consiste en extraer óvulos y espermatozoides de los padres, fecundarlos in vitro, estudiar los embriones y seleccionar aquellos que no presentan ninguna alteración genética.

Cuando nazca el niño bastará con tomar células de su cordón umbilical y, mediante un trasplante, repoblar la médula del hermano enfermo. Según los expertos, las probabilidades de éxito son muy altas, ya que se logra concebir a un ser genéticamente compatible con un hermano ya nacido que tiene una grave enfermedad. También subrayan los especialistas que el texto no permite practicar manipulación genética ni daño alguno para el niño, ya que sólo se utilizan células de su cordón umbilical.

El cambio sustancial, según la ministra de Sanidad, radica en que cuando la ley entre en vigor, antes del 2006 según las previsiones, "ya no será preciso que las familias españolas tengan que acudir a otros países para permitir que se desarrollen este tipo de técnicas".

La reforma legal en este punto responde a las peticiones de varias familias españolas que habían acudido al Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI), el Instituto Dexeus y otros centros en busca de estos tratamientos. Todas estas parejas tienen un hijo afectado por una grave enfermedad de la sangre (beta talasemia, anemia de Fanconi y varios tipos de leucemias innatas o adquiridas). La medicina actual permite salvarlos repoblando su médula ósea con un trasplante, pero sólo una de cada 20.000 personas es compatible. Entre hermanos, la proporción asciende a uno de cada cuatro.

Salgado insistió en que se incrementará el control sobre las técnicas de diagnóstico genético preimplantacional y que "sólo en casos excepcionales podrá autorizarse su uso con fines terapéuticos para terceros".

El borrador, que será enviado al Congreso para su debate en marzo, prevé la "autorización expresa, caso por caso", de la autoridad sanitaria.