Del pasado quedan sus ruinas, un testimonio de la labor del hombre que ocupó una geografía y posteriormente abandonó. La que el fotógrafo José María Mellado ha recogido en su cámara es en gran medida industrial. Nacido en Almería en 1966, Mellado es actualmente presidente de la Real Sociedad Fotográfica.

Las dieciocho imágenes que expone en el galería María Llanos de Cáceres tienen una singularidad: están concebidas en su mayoría con un formato apaisado, que recuerda el cinemascope de las grandes películas y que transmite a los paisajes amplitud y profundidad.

El suyo, según explica en un texto de la exposición, es un viaje imaginario que comenzó en el Ave que le devolvía desde Córdoba a Madrid. "Sentado frente a dos pasajeros anónimos me refugié en la ensoñación provocada por la película a cámara rápida que pasaba por mi ventanilla", relata.

Aquellas eran escenas fugaces, de campos yermos, de restos industriales, pueblos y construcciones abandonadas. "Un cielo oscuro con rayos de sol luchando por atravesar la barrera de nubes. Imágenes imposibles de mantener en la retina por más de un segundo y que me transportaban a escenarios irreales de algunas películas de cine, al mejor estilo de Tim Burton". Rara vez aparecen personajes en estas fotografías. Sólo abandono y cierta opresión que el color apagado de la imagen contribuye a acentuar, de manera que acaba configurando un paisaje imaginario.

Esta es su primera muestra individual en Extremadura, donde el año pasado fue seleccionado en el certamen Sala El Brocense de Cáceres, que convoca la diputación provincial, y una obra suya fue adquirida para los fondos de la institución.