Cada seis segundos muere un niño a causa del hambre o mal nutrición y 1.105 millones de personas se acuestan cada día sin haber comido lo imprescindible, pero el drama no parece despertar gran interés en los países ricos. Las delegaciones de los Estados occidentales que a partir de hoy y hasta el miércoles se reunirán en la Agencia de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO) de Roma para resolver el problema del hambre serán todas de segundo o tercer nivel.

El senegalés Jacques Diouf, director de FAO, durmió la noche del sábado en un colchón en la puerta de la institución y, junto con Ban-ki Mon, secretario general de la ONU y el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, ha realizado un ayuno de 24 horas. Se trata de una llamada de atención, mientras el mundo rico destruye toneladas de alimentos para mantener los precios. España aporta a FAO la mayor contribución fuera del presupuesto ordinario y ocupa los puestos 8 y9 entre los donantes voluntarios al PAM (emergencia alimentaria) y FIDA (financiación de proyectos concretos). En total se trata de 94,6 millones de euros.

En 1997, FAO reunió a la mayoría de los jefes de Estado y de gobierno del mundo para comprometerles a que en el 2015 ya nadie muriera de hambre. La cumbre rebajó los hambrientos al 50%. 12 años más tarde, han aumentado. FAO propondrá ahora que la meta se posponga al 2025 y que los países donantes pongan sobre la mesa, "por lo menos", 14.000 millones de dólares. El programa prevé también un cambio en el gobierno mundial de la ±seguridad alimentariaO, en la dirección de favorecer la agricultura de los pobres, para lo que FAO pide 44 millones de dólares. Son poca cosa comparados con los 365.000 millones de subvenciones anuales a la agricultura de los ricos y los 1.340 millones anuales en la compra de armas", dijo Diouf.

A Roma llegarán unos 60 jefes de Estado, casi todos de países pobres y de algunos emergentes, como Inacio Lula da Silva de Brasil. Estará Muamar Gadafi con su tienda y el contestado Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe, además de Hugo Chavez, el turco Tayyip Erdogan y en representación de toda Europa (UE), el Presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.