El Gobierno paquistaní, a través de su ministro del Interior, Rehman Malik, ha garantizado a la comunidad internacional que todas las ayudas que se reciban por las inundaciones catastróficas no irán a parar a manos de los talibanes. Una declaración que se produce cuando los donantes parecen estar reaccionando después de una lenta respuesta incial a la catástrofe natural más importente sufrida por Pakistán en los últimos 80 años (2.000 muertos, 20 millones de damnificados y una superficie como toda Italia anegada por las aguas).

La ONU informó ayer de que ya se han recogido casi la mitad de los 460 millones de dólares que fijó como necesarios para poder atender en condiciones óptimas la emergencia en Pakistán.

Una declaración institucional cuanto menos oportuna teniendo en cuenta que, según coinciden diversos analistas internacionales, la tibieza de la respuesta puede deberse a la desconfianza que genera Pakistán entre los países occidentales por la sospecha de que sustenta al islamismo radical.

EL COMPROMISO Consciente, por otra parte, de que son grupos talibanes los que están asumiento la asistencia básica a las víctimas de las inundaciones en las zonas menos accesibles del país, el ministro del Interior también aseguró que no se va a permitir que los extremistas saquen provecho de esta crisis para incrementar su apoyo entre la población pakistaní, aunque reconoció ser "consciente del peligro" de que esto pueda ocurrir. La embajadora de EEUU en Pakistán, Anne Patterson, sin embargo, quitó hierro a estos temores al asegurar que las historias de que los grupos extremistas son los que se están haciendo cargo de la asistencia humanitaria son "muy exageradas".

Con respecto a las críticas ciudadanas que ha recibido el Gobierno paquistaní por su gestión de la crisis, el ministro del Interior se justificó con el argumento de que la magnitud del desastre les ha sobrepasado. "No lo esperábamos, en la historia de todo el continente nunca se había producido un desastre como este", declaró el titular de Interior del Ejecutivo paquistaní.

El portavoz de Naciones Unidas Maurizio Giuliano constató ayer que las donaciones "están mejorando" pero añadió: "Los retos son masivos y las inundaciones aún no han terminado".

Uno de los actores internacionales que ha aumentado sustancialmente su ayuda a Pakistán ha sido la UE, que ha comprometido un total de 70 millones de euros para el país asiático. El Banco Mundial se comprometió a conceder un préstamo de 900 millones de dólares al Gobierno paquistaní.