Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) escribe en el preámbulo de El secreto del cristal (Villaverde Editores) que su hija mayor, la sinóloga y traductora Anne-Hélène Suárez Girard, y Salvador Foraster se aventuraron a salvar caracolas y caballitos de mar "bajo las turbulencias" de su singladura literaria-cinematográfica. De este rescate surge una singular obra con 300 aforismos y desafueros encontrados en las mareas de los diálogos de sus películas, de las páginas de sus libros y de las recopilaciones de artículos periodísticos firmados por su álter ego, Martin Girard.

Antes del prólogo destaca la fotografía grisácea de un letrero mordido por las sacudidas de las olas, en el que se llega a descifrar: "Peligro, golpes de mar". El cineasta lo descubrió en el espigón del puerto de Llanes hace 28 años. Desde entonces lo guarda como uno de sus tesoros más preciados.

Imaginación liberada

"A mí no solo me pasan las cosas que me pasan sino que también me ocurren las cosas que se me ocurren", confiesa Gonzalo Suárez, escritor y cineasta con una imaginación liberada, sorprendente y cautivadora. Para él, la idea interrumpe al pensamiento. "No es propiedad de nadie. Una idea sucede". Este es uno de los aforismos seleccionados por su hija y por Foraster, quienes han dedicado dos años al proceso de selección. "Al leer el libro sentí extrañeza, porque no recordaba muchas de mis palabras", comenta el director.

Según el autor de Remando al viento, esta recopilación no pretende ofrecer frases brillantes, "sino sentencias humorísticas sacadas de contexto". Para muestra, cinco botones: "De la pesadilla solo nos libra saber que estamos soñando", "El tiempo ni anda ni corre. Nos espera sentados", "La experiencia no enriquece, mata", "Dios no creía en Dios, por eso inventó a los hombres" y "La soledad es cosa de dos en ausencia de otro".

El título del libro, El secreto del cristal, es un guiño a un artículo que el célebre escritor Julio Cortázar publicó en 1978 en la revista Le Nouvelle Literaire. Se tituló Les jeux secrets de Gonzalo Suárez y terminaba con estas palabras: "¿Es un escritor que hace cine, o un cineasta que regresa a la literatura? De cuando en cuando hay mariposas que se niegan a dejarse clavar en el cartón de las bibliografías y los catálogos, de cuando en cuando, también, hay lectores o espectadores que siguen prefiriendo las mariposas vivas a las que duermen su triste sueño en las cajas de cristal".

La literatura, el cine, el tiempo, el amor, los sueños, la soledad, la experiencia, la memoria, el miedo, el humor, la vida y la muerte son algunos de los temas que se dan cita en esta selección de aforismos y desafueros sustraídos esencialmente de dos libros y tres películas.

Anne-Hélène Suárez desvela que la principal cantera de El secreto del cristal ha sido la insólita autobiografía El hombre que soñaba demasiado (Areté, 2005), que comienza con un diario de infancia y se adentra, de pronto, por un jardín al que se accede al mundo onírico.