La expedición extremeña al Karakorum asiático ya se encuentra en la aventura de coronar dos de las cumbres más altas del planeta, que sobrepasan los 8.000 metros de altura cada una. Esta iniciativa la ha desarrollado el departamento de Educación Física del instituto placentino Parque de Monfragüe y los profesores de los ciclos formativos de Actividades Físico Deportivas del mismo centro educativo.

El equipo de valientes que se ha atrevido a formar parte de esta experiencia está formado por seis aficcionados a la escalada de otras cumbres y que cuentan con una formación física y psicológica adecuada. Son los profesores de educación física Paco Briongos, Kake Rovira y Martín Masa. El resto del equipo lo forman Juan José Rubio, veterinario; Santiago Martín, arquitecto; y el más joven de todos, Diego Hernández, estudiante de arquitectura superior.

Además contarán con una terapeuta, Aurea Vega, que permanecerá en el campo base y que se ocupará de tareas como la actualización de datos y evolución del equipo extremeño. No obstante, el equipo no se encuentra solo, cuenta con el apoyo social, el de empresas y el del Grupo Placentino de Montaña.

El reto de la expedición es ascender las cumbres del Gasherbrum I, con 8.035 metros de altura, y el Gasherbrum II, con 8.068 metros. Ambas forman parte de la cordillera del Karakorum, en el Himalaya, en la región norte de Pakistán.

Hasta hace poco tiempo, era la zona más aislada del país por las dificultades del terreno, pues alberga la mayor concentración de picos del planeta que sobrepasan los 7.000 y 8.000 metros de altura. Esto ha hecho que hayan sido pocos los que se han propuesto este desafío y, menos, los que lo han conseguido.

Sin embargo, el ánimo de estos desafiantes de las capacidades humanas va aún más allá. La expedición se ha propuesto además un plan humanitario, que consiste básicamente en colaborar con la Fundación Félix Iñurrategi-Baltistán, para conseguir fondos y material para un mayor índice de escolarización en los niños de Manchulo. Esta población, sumida en la pobreza y en condiciones de vida infrahumanas, está situada en uno de los lugares más remotos del planeta, y hasta allí se desplazarán nuestros aventureros.

Ya hace unos días el equipo instaló el campo base a 5.100 metros de altura, tras unos duros días de Trekking por el glaciar Baltoro y una posterior contemplación del paisaje. Según tenían previsto, ayer debieron ascender y dormir ya en el campo 1 que montaron el miércoles a 6.000 metros de altura y, hoy lo destinarán a subir y montar el campo 2, para después volver a dormir en el campo 1. La idea es hacer el campo 1, un campo base avanzado, pues el tramo que le une con el campo base actual es largo y penoso, según ha informado la propia expedición.