El ministerio bautizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como de "Igual Dá", ha demostrado que, con el presupuesto más exiguo de todo el Gobierno, en dos años y medio se podían llevar a cabo iniciativas pendientes durante tiempo y de gran calado. El peaje para su titular, Bibiana Aído, ha sido situarse en el centro de la diana de las críticas de la derecha.

Sus detractores argumentan que las iniciativas de Igualdad podrían haberse desarrollado por otros ministerios. Pero ella ha sido la que al final ha dado la cara ante reformas comprometidas, especialmente la ley del aborto, pese a que tiene bastante más que ver con Sanidad.

La norma ha sido calificada de Ley Aído por los sectores conservadores, que encargaron la fabricación de un muñeco con forma de feto al que llamaban bebé Aído y repartían en cada acto de protesta. La modificación trae consigo el fin de la inseguridad jurídica a la que estaban sometidos los médicos y las mujeres con una ley obsoleta, bajo la que se practicaban más de 100.000 abortos al año. Desde Sanidad, la nueva ministra, Leire Pajín, y Aído, como secretaria de Estado, deben ocuparse de que la norma se aplique igual en todas las comunidades, asignatura pendiente pese a que la ley entró en vigor en julio.

El buque insignia del ministerio ha sido también la lucha contra la violencia machista. El año pasado se consiguió por primera vez el hito, desde la aprobación de la ley integral, de disminuir el número de víctimas mortales. Sin embargo, este año, con 57 asesinadas, ya se ha superado la cifra de todo el 2009, lo que revela que son más necesarias que nunca políticas las destinadas a ayudar a miles de víctimas. Aído impulsó la puesta en marcha de pulseras con GPS para vigilar a los maltratadores, y varias campañas como la titulada Saca la tarjeta roja al maltratador , que intentan que las afectadas o sus entornos pidan ayuda a las autoridades.

El ministerio se implicó en la persecución de las redes que prostituyen a las mujeres, una política en la que ha Aído se ha comprometido con la elaboración de un plan integral contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

Brecha salarial

Además, Igualdad se ha preocupado de reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres y la discriminación de estas en su trabajo, con el desarrollo de la ley de igualdad. Aído impulsó un sello que va a distinguir a aquellas empresas que más trabajen por la paridad de sexos entre sus empleados.

La única reforma de calado que aún no ha sido aprobada, pese a que desde hace meses está casi lista, es la ley de igualdad de trato, que persigue que ninguna empresa o ciudadano pueda discriminar a nadie por su orientación sexual, edad, religión, raza o aspecto físico.