LOS MUSULMANES son "una componente" de Alemania y "una característica creciente" de su sociedad, dijo ayer Benedicto XVI en un encuentro en Berlín con representantes de la comunidad islámica alemana, destinado a superar la polémica de hace cinco años cuando el Papa vinculó el islam con la violencia. El Pontífice dedicó la segunda jornada del viaje a su Alemania natal, a tender puentes con musulmanes y protestantes apelando a la defensa de "un justo reconocimiento de la dimensión pública de la pertenencia religiosa". Y afirmó que la dimensión religiosa de los entre 3,8 y 4,3 millones de habitantes del país que profesan la fe islámica puede ser "una provocación" en una sociedad que "tiende a marginar este aspecto".