Benedicto XVI bautizó hoy durante la Vigilia Pascual al conocido periodista italiano de origen egipcio Magdi Allam, musulmán convertido al catolicismo. Allam, de 55 años, que se ocupa sobre todo de los tenas relacionados con Oriente Medio, es uno de los subdirectores del diario italiano "Corriere della Sera". En la ceremonia de la Vigilia Pascual, Allam recibió, junto a cinco mujeres y un hombre, el sacramento del Bautismo y después la Confirmación y la Primera Comunión. Todos ellos han seguido un camino de preparación espiritual y de catequesis, que en la tradición cristiana se llama "catecumenato".

Benedicto XVI explicó a los fieles que con el sacramento del Bautismo, "el Resucitado viene a vosotros y une su vida a la vuestra, introduciéndoos en el fuego vivo de su amor. Formáis una unidad, una sola cosa con él, y de ese modo una sola cosa entre vosotros", señaló. El Papa dijo que "en un primer momento esto puede parecer muy teórico y poco realista", pero cuanto más se vive la vida de bautizados, tanto más se puede experimentar "la verdad de esta palabra". Las personas bautizadas "no son nunca realmente ajenas las unas para las otras" aunque les separen continentes, culturas, estructuras sociales o acontecimientos históricos.

Cuando los creyentes se encuentran se "conocen en el mismo Señor, la misma fe, la misma esperanza, el mismo amor", y "experimentan" que están "enraizados en la misma identidad, a partir de la cual todas las diversidades exteriores, por más grandes que sean, resultan secundarias", agregó. El Papa señaló que Jesucristo trajo del cielo a la tierra, "la luz de la verdad y el fuego del amor que transforma el ser del hombre", de manera que los creyentes saben "quién es Dios y cómo es", así como saben qué es el hombre y con qué fin existe. Además, exhortó a los presentes a que protejan esa luz de todas las fuerzas que pretenden extinguirla, pues los creyentes no han sido llamados a las tinieblas, sino a la luz.

La Vigilia Pascual

La Vigilia Pascual se celebra en la noche de Sábado Santo, que san Agustín llamó "madre de todas las vigilias", en alusión a la espera de la resurrección de Jesucristo. El Papa explicó que la muerte de Jesús fue un "acto de amor" con el que entró en el amor del Padre, por ese motivo "su partida se transforma en un retorno, en una forma de presencia que llega hasta lo más profundo y no acaba nunca". La Vigilia Pascual comenzó en el atrio de la basílica de San Pedro con la bendición del fuego nuevo y el encendido del Cirio Pascual, símbolo de Cristo, "Luz del Mundo".

El Papa realizó una incisión sobre el cirio, grabó una cruz y la cifra del año 2008, y recitó en latín: "Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A él pertenece el tiempo y los siglos, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Después comenzó la procesión hacia el altar mayor, en medio de una total oscuridad y silencio en el templo, iluminado poco a poco con las velas de miles de personas que llenaban la basílica, que fueron encendidas con la llama procedente del Cirio Pascual. Una vez llegado al altar se encendieron todas las luces y un diácono comenzó el canto del Exultet, o pregón pascual, un recorrido sintético de la historia de la salvación.

Los actos de Semana Santa continuarán mañana con la misa del Domingo de Resurrección y la bendición Urbi et Orbe del Papa en la Plaza de San Pedro.