Feliz, sonriente y con buen aspecto, dentro de sus limitaciones, Juan Pablo II ha comenzado hoy la celebración de sus 25 años como Papa firmando un documento sobre los obispos en el que ha dicho que los prelados tienen que ser defensores de justicia y paz y de los derechos de los pequeños y de los excluidos.Como en las mejores ocasiones, el Aula Pablo VI del Vaticano se ha vestido de gala para que el Pontífice firmase ante unas 9.000 personas, cientos de ellas procedentes de su Polonia natal, y rodeado de 150 cardenales y centenares de obispos y sacerdotes la exhortación apostólica Pastores Gregis, con la que cierra el Sínodo de obispos que se celebró en el Vaticano en el año 2001.El Obispo de Roma, de 83 años, ha entrado el Aula Pablo VI en la silla especial que le permite incluso oficiar misa sentando y que se ha convertido en la "silla gestatoria" del Pontificado.ExhortaciónHa firmado la exhortación con un bolígrafo normal, sobre una mesa dorada que le fue colocada delante. A su lado estaban los cardenales Jan Pieter Schotte, secretario general del sínodo de obispos; Giovanni Battista Re, prefecto de la congregación para los obispos; Bernard Agré, arzobispo de Abiyán; Ivan Dias, arzobispo de Bombay; Edward Egan, arzobispo de Nueva York, y Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.Tras la firma y en medio de la emoción, las palmas y el ondear de banderas y pañuelos de los presentes, sabedores que vivían un día histórico para la Iglesia, Juan Pablo II ha pronunciado un discurso.Como ya es habitual, para no fatigarle, ha leído sólo el primer y último párrafos, los dedicados a los agradecimiento, mientras que el resto ha sido leído por el número tres del Vaticano, el arzobispo argentino Leonardo Sandri.En su discurso, el Papa Wojtyla ha dicho que el obispo tiene la obligación de enseñar con franqueza apostólica la fe cristiana, presentándola de manera auténtica.Misa solemneEl momento cumbre de esta jornada será esta tarde, cuando Juan Pablo II oficie en la plaza de San Pedro del Vaticano una misa solemne. Será a la misma hora en la que hace 25 años fue elegido Papa y una vez más estará rodeado de miles de romanos y fieles de todo el mundo, así como de los cardenales y prelados venidos para el evento.