Juan Pablo II cumple 84 años, con su salud estabilizada, dispuesto a continuar al frente de la Iglesia y preparando nuevos viajes, que le llevarán en junio a Suiza, en agosto a Lourdes (Francia), en septiembre a Loreto (Italia) y no se descarta México en octubre.Coincidiendo con el cumpleaños, hoy sale a la luz el último libro escrito por el Papa, ¡Levantaos!, ¡Vamos!, en el que cuenta de manera autobiográfica su experiencia como obispo de Cracovia."Se trata de un libro de recuerdos y reflexiones", según ha explicado el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, que "no cree" que éste sea el último libro de Karol Wojtyla, ya que el Papa polaco sigue escribiendo.Para Juan Pablo II, la jornada de hoy es como otra cualquiera y la dedica a trabajar y a celebrar audiencias: por la mañana con el primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso, que firmará en el Vaticano el nuevo concordato entre Portugal y la Santa Sede, y por la tarde al presidente polaco, Aleksander Kwasniewski.Juan Pablo II, de todas maneras, no es dado a celebrar su cumpleaños. Siguiendo la tradición de la Iglesia Católica, Papa Wojtyla, cuyo nombre de pila es Carlos, lo que festeja es su onomástica, San Carlos Borromeo, el 4 de noviembre. También celebra el 16 de octubre, cuando fue elegido Pontífice.La única "señal" en el Vaticano de que es un día diferente es que en todos los edificios ondea la bandera blanca y amarilla de la Santa Sede. Otra excepción será la tarta que, como todos los años, le preparan las monjas que le cuidan.Juan Pablo II llega a los 84 años con la salud estabilizada. Aunque ya no camina nada y se desplaza constantemente en el sillón especial que le permite incluso oficiar misa sin levantarse --que se ha convertido en la nueva "silla gestatoria" del Pontificado-- se le ve con mejor aspecto.Dentro de sus limitaciones, tiene la voz clara y fuerte, lee pequeños discursos --aunque se salta algunos párrafos-- en diferentes idiomas, bromea con los fieles que le visitan.El Papa ha dicho en numerosas ocasiones que merece la pena "poder gastarse hasta el final" por la causa del Reino de Dios. Y es lo que está haciendo.