El papa Francisco confía "vivamente" en contribuir "al progreso que las relaciones entre judíos y católicos han conocido a partir del Concilio Vaticano II, en un espíritu de renovada colaboración".

El mensaje del pontífice fue entregada hoy en una carta enviada al rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, según informó el propio rabino.

Di Segni dijo que el pontífice le ha invitado a la misa de comienzo de pontificado, que se celebrará el 19 de marzo, y a la que -ha añadido- asistirá.

El rabino jefe dijo a los medios italianos que se siente "satisfecho" por la misiva enviada por el papa y añadió que con ese gesto, la Iglesia Católica continúa por la senda iniciada por el papa emérito, Benedicto XVI, quien renunció al pontificado el pasado 28 de febrero.

"Mi reacción personal ha sido de satisfacción. Veo que de esta manera la línea trazada por Benedicto XVI se está siguiendo", explicó.

En 2005, tres días después de ser elegido papa, Benedicto XVI envió un mensaje a Di Segni en el que hacía votos para que continuara el diálogo entre las dos religiones "y se refuerce la colaboración con los hijos e hijas del pueblo judío".

Di Segni también apreció hoy que Francisco recordara el Concilio Vaticano II (1962-1965), que promulgó la declaración "Nostra Aetate", con la que los católicos retiraron las acusaciones de deicidio contra los judíos.

"Es la base de todos los progresos que la Iglesia Católica ha hecho en este último decenio. Imagino y espero que sea una indicación de no renunciar a estos principios", destacó el rabino jefe de Roma.

Sobre el nuevo papa, subrayó que, tras documentarse sobre su currículum, la comunidad judía tiene una impresión "positiva".